El nacimiento de un hermanito: Llenando los vacíos de la memoria de tu hijo mayor
Tal vez la siguiente descripción sea familiar y nos servirá para introducir al tema de hoy. Cuando eres adulto, después de una borrachera, tal vez no recuerdes que sucedió una noche anterior. Al despertar puedes tener varios vacíos en la memoria sobre lo que ha sucedido una noche antes. Tu mente hace un esfuerzo por recordar. Y los datos a los que tiene acceso, pueden no tener una secuencia lógica, pueden estar difusos, mezclados y muchos ausentes. Por lo que empiezas a rellenar los vacíos con suposiciones, deducciones o inferencias. Todo con el objetivo de ordenar de forma lógica todos los eventos. Es como armar un rompecabezas. Y si te faltan piezas, entonces, solo deduces que tiene que existir en esos espacios vacíos.
Este mecanismo que realizamos es automático. Está comprobado por las leyes de percepción que tu cerebro recrea la información faltante de una imagen o figura al faltar parte de ella. Por ejemplo, cuando ves una figura, con una forma muy parecida al número 8 pero sin cerrar las líneas, tu mente en automático cierra la figura para darle sentido y significado.
¿Cómo aplica esto en los niños?
Pensemos que, a la edad de 6 años los niños, han perdido información sobre sus primeros años de vida y llenaran esas piezas de información faltante a través de fotos o con las historias que le cuentan los padres o cuidadores. Y sobre todo, el niño o niña llenan las piezas del rompecabezas con lo que viven hoy, en el momento presente, con experiencia emocionales positivas o negativas.
El reto más grande para llenar los archivos de memoria que enfrenta un niño es cuando llega un nuevo hermanito. El niño mayor no tiene referencia de cómo le bañaban, cuidaban o arrullaban cuando era bebe. Y observa que ahora la atención y cuidados son para el recién nacido.
Por ello, es importante que se le narre y apoye con las fotografías para hacer referencia de las experiencias pasadas y entonces, es importante proponerse recrear las vivencias pasadas para que las sienta en el tiempo presente.
¿Qué beneficios se tienen de que los adultos hagan estos recordatorios como experiencias emocionales presentes?
El desarrollo emocional saludable depende mucho de esto. Durante el proceso de experiencia emocional presente se puede combinar el mostrarle fotos, mientras genera la experiencia de cargarlo, arrullarlo, cantarle una canción de cuna… se juega con él… para generar sensaciones y experiencias positivas.
Si hoy siente abrigo, atención, seguridad, compañía, apoyo, con ello, llenará la información faltante del pasado. Por lo contrario, las experiencias constantes son señalamientos, distanciamiento o castigo con ello también llenará los vacíos que tiene en la memoria. Enmarcando, lo poco que ha vivido, con expresiones como nunca, siempre, jamás, entre otras. Al aplicar estas expresiones a experiencias presentes negativas se convierten en tortura psicológica. “Nunca me cargaste”, “siempre lo prefieres a él”, “jamás estás cuando te necesito”. Las últimas expresiones refieren que se ha hecho un daño al desarrollo emocional del infante. Provocado por llenar la información faltante del pasado con experiencias presentes de distanciamiento y castigo.
Cuando apliques la experiencia emocional presente considera lo que necesite el niño: abrazos, risas, juegos, bromas, personajes fantásticos, etc. aclaramos que se aplica con toda la frecuencia que el niño necesite. Recuerda que entre más demande atención el hermano mayor, es debido a su desconcierto o piezas faltantes en su memoria ya que no recuerda cómo fueron los cuidados hacia él. Y entre más llenes esos recuerdos de atención, afecto, sonrisas, mas sólido y positivo será su desarrollo afectivo.
El nacimiento de un nuevo integrante de la familia llega con el reto de reforzar el desarrollo afectivo del hermano mayor.
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